Jean- Paul Goude. El arte de la transgresión

                                                                 

Publicista, fotógrafo, director de arte, visionario y provocador. Estas son solo algunas etiquetas con las que se puede catalogar a este amante de la belleza, de la belleza femenina, tribal y salvaje, amante también del performance, de la transgresión y de la transformación de lo natural a lo artificial. Así es Jean-Paul Goude.

Nacido en Saint-Mandé en un suburbio de París en 1940, inició su trayectoria con unas ilustraciones para los grandes almacenes franceses en 1964, en las que ya dejó claro que lo suyo eran las formas femeninas llevadas al extremo. Convirtió a las mujeres en sus musas y sus curvas en reclamos publicitarios, pero con una visión rompedora y exquisita al mismo tiempo.

En su aventura ilustrativa cruzó el charco y se instaló en la agitada y creativa vida neoyorquina, donde conoció a Warhol y a la cantante y bailarina de Hip-Hop Radiah Frye, otra de sus pupilas. También a la jamaicana Grace Jones, a la que convertiría en su musa, cantante  y madre de su hijo Paulo.

Grace Jones

 

Con su peculiar forma de entender el arte y la fotografía, Goude trabajó como director artístico de la revista Esquirey después de la New York Magazine. Utilizó a gays y traficantes de la noche neoyorquina como íconos publicitarios, fue ilustrador, director artístico, fotógrafo, manipulador de formas y se postuló como uno de los creadores de las imágenes más impactantes de los años 80.

Algunas de sus obras lo corroboran. Anuncios publicitarios explosivos, a veces incomprensibles, otras descaradamente provocadoras pero en todas Goude ofrece una visión de la imagen desconocida para todos. Las extremidades alargadas, que parecen romperse por lo antinatural de la pose, siluetas de curvas recortadas y perfiles planos, mujeres convertidas en animales exóticos, pájaros, panteras, jaguares, supermodelos posando con antiestéticas prótesis, imágenes que dejan al espectador pasmado, boquiabierto, imágenes que abren la mente hacia una nueva concepción de la belleza.

 

 

 

Su musa y esposa, la cantante Grace Jones

Emblemáticas son algunas de sus fotografías, en las que se pueden ver a artistas y supermodelos, como Naomi Campell, Laetita Casta o Kellie Everts, que fueron retratadas o reconvertidas por Goude en panteras, como su mujer Grace Jones, en aves del paraíso (Vanesa Paradise para Chanel) o Carole Bouquet (transformada en Marilyn Monroe para Chanel Nº5).

Sus clips publicitarios captaron la atención de las mejores casa discográficas, de los talleres de moda y de las marcas de coches, en los cuales Goude dejaba plasmada la provocación que lo hacía diferente del resto de directores creativos, por lo que llegó a trabajar tanto para la industria musical como para la cinematográfica.

Algunas de sus obras destacadas fue el anuncio de Egoiste para Chanel, anuncio que se presenta como una melodrama en blanco y negro, de una dama reclamando a gritos a su amante en un balcón de un exquisito barrio parisino y que termina con esa dama a color y multiplicada en mil mujeres despechadas reclamando al mismo amante egoísta, (se entiende).

      Anuncio del Citroen CX con Grace Jones

Anuncio de Egoist paur Homme de Chanel

Según palabras del propio Goude, este fue uno de sus mejores films, así como varios de los anuncios que ha creado para la casa parisina Chanel, en la que se puede ver a una frágil Vanesa Paradise convertida en una preciosa ave, que se balancea melancólica dentro de una jaula observada por un gato, o a una elegante Carole Bouquet sentada en el patio de butacas de un teatro y es metamorfoseada por Goude y se convierte en una sensual Marilyn Monroe, o el film de un desfile en los Campos Elíseos para el Bicentenario de la Revolución Francesa en 1989.

 La actriz y cantante Vanessa Paradis para

 Chanel Parfum

Foto de la exposición Goudemalion en París

Muchas de estas obras pueden verse ahora en una exposición retrospectiva de la vida de Jena-Paul Goude en Goudemalion, que acoge Les Arts Dècoratifs de París, y que muestra el recorrido del artista durante cuarenta años de vida dedicada al arte de la belleza. Debo añadir que mientras elaboraba este artículo me he sorprendido al reconocer muchas de sus obras, sobre todo sus videoclips y anuncios publicitarios con los que Jean-Paul Goude nos dio a conocer su gran talento.

He recordado esos anuncios estrafalarios e innovadores que veía en la tele mientras mi madre me metía prisa por comer y normal que no comiese, porque me entretenía mirando la tele anonadada por lo que veía. Gracias a este artista que mi infancia ahora tiene muchos más recuerdos.